martes, 27 de julio de 2010

COMO PROVOCAR EL DESEO EN UNA MUJER? 150 700 2000 RED FIJA Y CELULAR



La mujer y el hombre no tienen la misma manera de despertar su deseo sexual y eso es algo que al hombre muchas veces se le escapa, llevado por la prisa que le impone su propia sexualidad.

Un acto preliminar con caricias sutiles y sensuales puede hacer que la mujer despierte su sensualidad y deseo de forma natural, y el hombre también lo disfrute.

Hay relaciones de pareja que fracasan o no son del todo satisfactorias porque el hombre no se toma el tiempo necesario para estudiar y conocer la sexualidad de su pareja, sus gustos y preferencias.

Muchos se dejan llevar por lo que les marca su propia sexualidad y buscan lo que desean con rapidez.

Tómese su tiempo.

Pocos hombres se toman tiempo para despertar plenamente el cuerpo de su pareja. Y es algo que deberían tener muy presente ya que la sexualidad femenina es muy distinta a la masculina.

Por ejemplo, en los varones, el deseo es más intempestivo y en las mujeres, el deseo nace de una manera más sinuosa, generalmente, éste es menos directo y localizado.

Cuerpo.... y mente.

Una observación que todo hombre debe tener presente si realmente quiere hacer gozar a su pareja es que en ésta, lo psíquico y lo físico van íntimamente ligados. La parte psíquica de la mujer, su estado de ánimo, su afectividad y su amor, van a jugar un papel importante a la hora de que goce de sus sensaciones físicas.

Generalmente, casi todas las mujeres ven aumentado su deseo sexual cuando recuerdan placeres sexuales vividos en común con su pareja.

Caricias a flor de piel.

Si las caricias en la piel como acto preliminar para avivar el deseo es importante para el hombre, aún lo es más en el caso de la mujer, a quien le gusta verse envuelta en un concierto de caricias suaves y sutiles que casi no tocan su piel pero consiguen despertar cada uno de sus poros y abrirlo al placer.

Claro que acariciar y hacerlo en condiciones es todo un arte y requiere estar realmente involucrado en lo que se hace e imprimir al acto algo de imaginación y espontaneidad, si no podría conseguirse el efecto contrario.

Cuestión de grado e intensidad.

Por ejemplo, el hombre ha de saber cuándo aumentar la intensidad de las caricias, cuándo el cuerpo de la mujer reclama más pasión. Y siempre ha de dejar a su cuerpo que dialogue con el de su compañera, sin intentar repetir de manera sistemática algo que tenía estudiado de antemano. Huya de la monotonía.

¡Viva la innovación!.

Todos los sexólogos recomiendan que cuanto más estable sea una relación, más cuidado hay que poner en no dejarse llevar por la monotonía y la rutina y en este sentido algo muy importante es saber acercarse a la pareja de formas diversas, jamás utilizando las mismas maniobras porque eso acaba por quitarle encanto e interés a la relación sexual.

El beso en el punto de mira.

Para la escritora y sexóloga Régine Dumay, según expresa en su libro, Cómo hacer bien el amor a una mujer es importante que el hombre trate de ponerse en contacto con la mujer de manera sutil y habla del beso como un punto a tener presente en este ritual.

Un solo beso largo en la boca puede ser el punto de armonía que ponga en contacto los dos cuerpos y haga que la mujer sienta una gran resonancia sentimental y física. Ese beso es capaz de revelar si las pieles de ambos cuerpos se complementan.

Dumay va más allá y aconseja al hombre:

Póngase suavemente sobre sus labios, por fuera de ellos, busque distintos modos de acariciarlos, de presionarlos, mordisqueándolos suavemente, algunos momentos sin moverse, manteniendo una simple presión suave, le permitirá aumentar la profundidad de sus sensaciones

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