Por Latin Image
Los labios de mujer, de otra mujer, ya no los siento. No me deleitan. Me saben a nada. La piel de otra hembra no se adhiere a la mía. Otros muslos espigados no me someten.
El sudor de un encuentro furtivo es frío e insípido. No hay deseo. Es curiosidad tangencial, placer carnal.
Divago de día. En el transcurso de un día, un día cualquiera, busco incesantemente tu silueta.
...Cuerpo de mujer
Sueño con tus discursos. Me embriago de sentimientos. Bebo café, un tinto mitiga el dolor, sosiega los recuerdos. Y la impaciencia me consume.
Detesto la noche. No hay gemidos en mi cama. Las sábanas permanecen castas. El silencio me condena. El calor ya no me quema. Tus ojos ya no me miran. Y tu aliento no entibia mi pecho. Mis manos no se enredan en tu cabello. Mueren mis sueños.
Amanece, simplemente amanece. Mi energía se desvanece, se quiebra con el frío de la mañana. Y yo todavía aquí, en esta, mi rutina diaria, racional e incansable.
Otra noche, la luz de la luna desfigura mi rostro en las penumbras de mi soledad, casi imperturbable, impávido. La noche continúa y el rocío se desliza lentamente por la sinuosidad de tu espalda. Despierto sobresaltado. Eco de voces- cientos, miles – que gritan tu ausencia.
Blancas nubes huyen por el azul del cielo, el mismo cielo que nos vio sonreír. Las aves se desdoblan y se multiplican para emigrar. Es el final del verano.
De pronto es otoño. Ha cambiado el paisaje. Las hojas amarillas abundan en mi antejardín. Mis años se marcan ya en mi barba rala. Y mis pasos sin rumbos resquiebrajan hojas secas en una hecatombe.
Alucino, tuve entre mis brazos la desnudez de tu piel. Te besé y solo me quedó el sabor de tus labios. Una ducha caliente no me quema como el rosa de tu entrepierna. Siete días de la semana, no se comparan, no me agotan como la fuerza de tu sexo.
…Ironías de la Vida, América – Land of the Freedom. Pareciera ser que estoy cautivo, la realidad se confunde con la fantasía.
Soy prisionero y hasta me siento maldito. Reclusión voluntaria entre luces titilantes, me escabullo, al son de música sincopada. Más café y más cerveza para la ansiedad, la eternidad de otro fin de semana.
Se asoma el invierno, truenos y relámpagos, ira y desasosiego. Lluvia y nieve, los días son gélidos, las noches trágicas.
Me escapo a la cocina, prepararé otro café tinto para calmar este frío. Lo compartiré con mi sombra, se derramará antes de llegar a mis labios.
Muy pronto, siento, estaré en primera plana. Y alguien contará una historia. Vino por un sueño, lo mataron de un balazo.
Estoy dando vueltas en el limbo… Sonreiré – no tendré que dar explicaciones. Y le daré gracias a mi asesino.
Tal vez, serán otros tiempos.
… Nos reencontraremos en una isla. Caminarás descalza por playas infinitas, dibujarás un corazón en la arena. Me transformaré en Sol y broncearé tu piel. En complicidad con la brisa acariciaré tu rostro. Tomaré tu mano y dejaré mis huellas junto a las tuyas. Si, tus huellas junto a las mías, igual que ayer.
Ayer, me susurrabas que era el universo para ti, las cuatro estaciones, la detención del tiempo y tanto más…
...Serás sirena por un instante
Hoy en otra playa, en otro verano - reminiscencias - escribirás en un corazón nuestros nombres.
Encontrarás muchos caracoles y tratarás de esbozar mis facciones. Y me tornaré azul, entonces seré mar y te internarás en él, para fundirte en mí, igual que ayer.
Tu silencio enuncia y tus palabras no pronuncian que resientes mi ausencia.
Hoy, en el ocaso de mil atardeceres, en esa playa, entre olas y espuma, no obstante, solo serás sirena por un instante… Mientras en el cielo se desvanece otra estrella, otra estrella disidente de esta inmensa constelación.
By Latin Image
